En este encuadre se puede observar a un campesino africano que vuelve de hacer compra en el mercado. Tranquilo, sereno y despreocupado.
Nada más lejos de la realidad, en la imagen completa el campesino no solo camina sin preocupaciones, sino que evita al joven desnutrido que se le aproxima suplicando ayuda. Impactante, cruel e injusto.