Esta es una fotografía realizada por Ricardo León Patiño y pertenece a su obra Inocencia Perdida.
En esta primera fotografía vemos a una niña dulce de unos cinco años posando en el jardín de su casa para su tío. Parece que está jugando, pero sus movimientos son tan teatrales que se podría pensar que está bailando.
En esta segunda, la cual es la fotografía completa podemos observar que la dulce niña está armada con una pistola y está apuntando hacia lo que parece ser una de sus muñecas, que da lugar a varias interpretaciones distintas, ninguna encajando con la anterior que muestra una inocencia pura. Por ejemplo, la pistola podría representar la traición, la muñeca un ser cercano, ya que de pequeños los juguetes de un niño son sus amigos, y la niña alguien de quien no se ve venir la acción.
Otra interpretación posible, que explicaría el título de la obra, sería la niña imitando a los mayores, los que ya no son inocentes, en un mundo lleno de odio y guerra. La utilización de la muñeca iría acorde con la idea de que la chica sólo está imitando lo que ve, ya que se dice que los niños son el reflejo de sus padres.